¿Qué es la Psicología? Podemos encontrar explicaciones y definiciones de lo más básicas como que es la ciencia que estudia la conducta humana y los procesos mentales; y, podemos comprender como es que se llegó a esa definición, basta con recordar parte de su historia y de sus inicios, donde se explica que, en la antigüedad, antes de concebirla ciencia, se definía a partir de su raíz Psyche y logos, entendiéndolo como el estudio del alma.
Antiguamente, a los trastornos, se les consideraba como una consecuencia de la posesión de espíritus y demonios, por lo que debían realizar conjuros curativos. Ya luego con la filosofía, esa idea tiene algunas revoluciones, aunque manteniendo la idea del cuerpo como responsable de la conducta humana y como un vehículo del alma. Asimismo, a partir de este periodo se comenzó a realizar la separación entre estos dos entes (cuerpo y alma). Algunos filósofos apoyaban esta idea, aunque otros la cuestionaban y otros más, como Jon Look que hace una aportación importante al considerar que la mente tiene influencias ambientales.
Desde la mitología griega y romana, Psyche una joven hermosa, es la personificación del alma. La cual se enamora de cupido y, después la convierten en inmortal al casarse con él. Bien podemos pensar que este atractivo cuento nos muestra -desde algunas creencias- la inmortalidad del alma, pero visto desde otro punto de vista, podemos hacer alusión a esa “inmortalidad” de la mente, durante la vida. Vaya contradicción, que solo se plantea por interés y por dar un poco de romanticismo a la presente descripción.
Ya que estamos inmersos en la significación de Psyche, etimológicamente, la palabra significa alma o mariposa, a su vez relacionado con el verbo soplar y respirar, a partir de ese verbo se forma el sustantivo que alude al soplo, hálito o aliento que exhala al morir el ser humano o también en el momento de un desmayo, que si lo representamos en términos y palabras de los griegos, esos decían “cuando la gente muere, exhala su último aliento, es decir, el alma abandona el cuerpo, en forma de mariposa y esta representaba el alma; que a su vez esto es el inicio de la vida”.
Así nuestra historia, así la trascendencia de esta ciencia que, como muchas más se ha ido revolucionando hasta lograr estudios que han permitido darle tal categoría. Pero ¿para qué pensar en la psicología y su historia? Eso, acaso, ¿nos permite reconocer su importancia? Quizá no, pues el trabajo y campo de la psicología, así como su trayectoria, también se ha diversificado tanto, qué hay diversas miradas para atenderla; quizá sí, pues quien conoce su historia, puede cambiarla, transformarla y mejorarla y, solo así, reconocernos.
Ahora bien, con todo este contexto, podemos dar varias significaciones desde lo que nos dicen literalmente o bien, adecuarlo a los propios intereses y creencias. Sin embargo, en lo que podemos estar de acuerdo es en la labor que cada profesional tiene al ejercer tan noble labor, pues como se muestra de manera general, la trayectoria de la Psicología se ha visto desarrollada a través de diversos pensamientos mismos que van adecuándose a cada época y a cada individuo, pero que en conjunto, buscan dar una explicación y comprensión del funcionamiento de la mente, pero a mi parecer, también el funcionamiento del ser humano, visto desde todas su esferas de desarrollo (biológico, físico, cultural, individual, emocional, mental, etc.).
Solo basta con reconocer todas las aportaciones que han surgido a lo largo de la historia, para darnos cuenta de que estamos lejos de entendernos a nosotros mismos, a tal grado de la perfección, como si conociéramos y comprendiéramos un mecanismo eléctrico. Basta con comprender las diversas variables a las que nos hemos expuesto a lo largo de la historia cultural e individual, para identificar lo que nos falta por reconocer y lo que aún no conocemos.
Todo conocimiento, y con mayor razón lo que respecta al comportamiento humano y a la salud mental, se muestra adecuadamente con la metáfora del iceberg, donde solo vemos lo que queremos, podemos y permitimos mostrar, pero gran parte de nosotros -generalizo a nuestra especie- se encuentra oculto y aun en espera de que alguien (incluso uno mismo) pueda descubrirla y comprenderla.
Lo que a esto se refiere, el psicólogo es el profesional que ha contribuido a facilitar el desarrollo como persona, con cada una de las particularidades que nos caracteriza a los seres humanos, pero también desde las generalidades que nos complementa la sociedad y la cultura. Podemos ser psicólogos educativos, organizaciones, deportivos, forenses, neuropsicólogos, sociales o de la salud, la especialidad y función que sea de nuestro interés igual tiene la bases para cumplir la misma misión.
Aquellas bases de las cuales hablamos a lo largo del presente artículo, comprendiendo que ha sido la forma en que nuestros antepasados comprendían la realidad, su realidad, y que si bien ya no compartimos la misma realidad, necesidad, comprensión y creencia, si nos muestran algunas orientaciones para desempeñarnos como profesionales de la salud, formándonos para tener la capacidad de, a su vez, dar orientación a todo aquel que busque de nuestros servicios y que esté dispuesto a evidenciar, aunque sea un poco más, aquello que esta oculto y que al mostrarlo es -como ese mito griego- como si diéramos un suspiro, como si nuestra “alma saliera de nuestro cuerpo”, con dolor y perdida, pero para un nuevo comienzo.
Mi reconocimiento y Admiración a cada Psicólogo Mexicano, el cual tuvo que pasar mucho para que hasta el 20 de mayo de 1997 se conmemorara su labor, pero que a la actualidad sea motivo para que dicha “celebración” nos permita estar en aprendizaje continuo y colectivo.
A todos los psicólogos, compañeros y amigos, que desde su labor ayudan en lo individual y social a comprendernos y reconocernos un poco más.
Que dejas en tu consultorio tus conocimientos, pero también, entregas a cada paciente un pequeño suspiro, una parte de ti, una distinta posibilidad de vida.
Con Pasión y Admiración, FELIZ DÍA NACIONAL DEL PSICÓLOGO